Luis Nicolini comenzó de muy joven en el automovilismo y peleó mano a mano en el Midgets en 1982. Su historia transcurrió luego en la Fórmula Renault Argentina e inscribió además un importante capítulo en el rally. Enterate de mucho más en esta nota.
“Debutar en Midgets fue una casualidad”, recuerda Luis. “Máximo Ferrero me invitó a probar un auto, me gustó, lo alquilé por dos carreras y después lo compré en sociedad con Juan Aguilar. No teníamos presupuesto y el motor se nos fundió varias veces”.
“Salvador Wenger, que era mecánico de Pedro Rossetti, me ofreció el motor con el que Cacho había salido campeón. Logramos una campaña bastante buena, salí subcampeón en 1982, tras empatar el puntaje con Raúl Caligaris, que se consagró campeón por tener más victorias”.
Nicolini lo cuenta como algo normal, pero en ese momento, un joven piloto de San Francisco con 23 años, con un equipo compuesto por solo un par de colaboradores, le peleó el campeonato, mano a mano, a uno de los más emblemáticos de la especialidad como lo fue Raúl Caligaris, quien tuvo 515 presencias en la categoría y ocho campeonatos (cuatro Torneos Oficiales e igual cantidad de Torneos de Verano)”.
“Las gomas para correr me las compraban entre los amigos y todo lo hacíamos nosotros en el auto, con cosas de las chacharitas. En esa época, las gomas eran libres y algunos ponían un juego nuevo en la serie, en la semifinal y si podían en la final. Nosotros no teníamos ese presupuesto, por lo que usábamos un compuesto más duro que nos servía para varias carreras”.
Respecto a cómo se fue dando la temporada, Luis, comenta: “Vinimos peleando todo el año con Caligaris. Teníamos que tratar de ganar en la fecha anterior a las dos últimas, en Altos de Chipión, pero el auto no andaba. Lo que sí, me di cuenta que por afuera, la pista era mucho más rápida, así que giré por ahí y terminé ganando esa competencia clave para nosotros”.
La penúltima fecha fue en San Francisco, que también se haría acreedor al “Gran Premio Coronación”, ya que la organización del mismo era por licitación. En esa penúltima carrera, ganó Caligaris y Luis culminó segundo.
Y ahí apareció la mano de amigos y conocidos para poner unas fichas por Luis Nicolini, en cuanto a sus posibilidades de pelear el título en la última carrera, otra vez de local.
“Tuvimos mucho apoyo. Los hermanos Gontero le dieron a Cacho Rossetti para que haga un motor y a Salvador Wenger para que arme otro, así después yo iba a usar el que mejor funcionara”.
“Con el tema gomas, también sabía que iba para atrás porque yo sostenía que no se podía gastar eso en neumáticos y así fue que para la final no puse gomas nuevas”.
En esas condiciones se llegó al momento de la verdad en San Francisco, para el “Gran Premio Coronación”, el 14 de noviembre de 1982, con un marco de público muy grande en el circuito “El Bosque”.
“En la final, largaban adelante mío, Caligaris y Zenklusen, con quienes peleaba el campeonato. Yo largaba en segunda fila, la verdad, con pocas chances y René Zenklusen era el que andaba más fuerte ese día. Le pude ganar en la partida para ponerme segundo, pero después no lo pude alcanzar a Caligaris. Él tenía un gran equipo, realmente era muy difícil ganarle, contaba con la mecánica de Boscarol y un auto nuevo. Mi auto era viejo, con unos cuantos años y varios tumbos”.
“Fue todo muy emocionante. Creo que me termina ganando Raúl el campeonato, por algunas cuestiones especiales que se dieron. A mitad de año cambiaron el reglamento deportivo y pusieron doble puntaje para las finales, como para que se acrecentara la cantidad de pilotos con posibilidades, algo que no me gustó. En definitiva, quedamos empatados en 71 puntos y Raúl se queda con el torneo, por haber ganado una o dos carreras más que yo”.
La estadística indica que Caligaris ganó 5 competencias ese año y Luis Nicolini venció en 3, en los circuitos de Villa San José, San Antonio y Altos de Chipión.
“Igualmente, en ese momento no estábamos ni contentos ni tristes, si felices por todo el apoyo de mucha gente de San Francisco, que nos ayudó a pelear ese campeonato junto a un grupo de amigos que trabajaban en un auto que increíblemente lo hacíamos volar”.
Fórmula
“Quería probar otra cosa además del Midgets y así fue que compré en Buenos Aires un Tulia 17, un chasis un tanto viejo, pero que para el zonal andaba bastante bien y empecé entonces en la Fórmula 4 Santafesina, que era muy exitosa. Se usaban los motores Renault de 1.020cc y corría junto a la Limitada Santafesina”.
“Un año después pasé a la Fórmula Renault Argentina. Debuté en la tercera carrera en Salta, en 1985. Habíamos comprado dos chasis totalmente nuevos con Gustavo Chialvo, uno para cada uno. Arrancamos con cajas y motores nuevos, porque te los vendía Renault a un precio muy accesible. Eran autos de 120 caballos de potencia y participaban pilotos como el Toto Etchegaray, Daniel Cingolani, el Pato Silva, el Gurí Martínez, Belloso. Una categoría tremenda y una gran escuela. Un segundo puesto en el autódromo de Salta fue mi mejor actuación”.
“Corrí unas 30 competencias más o menos en la Fórmula Renault Argentina. Tuve dos grandes colaboradores como lo fueron Ricardo Denipotti y Juan Carlos Benítez, que trabajaban sobre el auto y me acompañaban a las carreras por todo el país. En un momento vendí el auto y me estafaron, me lo compraron con un cheque robado y no lo pude recuperar más”.
“Después de eso volví a correr en Midgets durante un tiempo, con un auto que armé íntegramente gracias al gran aporte de Mario Rostagno, todo fue por él”.
Rally y campeonatos
“En 1998 debuté en rally en nuestra ciudad con Fernando Lorenzatto, con un auto de Agustín Dutto. Al poco tiempo, formamos un equipo de dos autos con Raúl Fornero y con su navegante, José Marini”, aclara respecto a esta etapa deportiva, Luis.
“Con el Flaco Lorenzatto salimos campeones en la N5 en 1999 y en la N6, siendo navegado por un gran amigo que ya no está, Raúl Agodino, logramos el título al año siguiente, en la temporada 2000. Después armamos un VW Gol de la A7, la clase de mayor potencia entre los autos de tracción simple, y corrimos todo un año, pero con muchísimos problemas. De 15 carreras, debo haber terminado tan solo una”.
TC 4000 Santafesino
Llegaría el momento de volver nuevamente a los autódromos y en un zonal muy competitivo. “Cuando nos sumamos al TC 4000 Santafesino, era una de las categorías más exitosas del automovilismo del interior. Autos de gran nivel y también con muy buenos pilotos, fue allá por las temporadas 2003 y 2004”.
“El auto era espectacular, tenía lo mejor y el presupuesto era bueno, pero no alcancé los resultados esperados. Fue un muy lindo proyecto con Aldo Gibellini, que era mi acompañante arriba de esa Chevy y además dueño del auto”.
“Después de esa experiencia ya dejé de correr, hace unos cuantos años. No tenía tiempo como para preparar un auto, armarlo y correrlo, como hice en otras épocas. Sin embargo, disputamos esporádicamente con Raúl Fornero, compartiendo auto, varias carreras de rally cuando se realizaba la fecha del provincial cordobés en nuestra ciudad”.