El Box Jump, el BP – Bench Press, el BS – Back Squat, el BRP – Burpee y tantos otros nombres se escuchan con frecuencia por calle Corrientes al 183. El que pase caminando por la vereda del gimnasio no podrá entender mucho de lo que se está hablando, pero adentro ya son términos tan comunes como la propia disciplina deportiva que se ha ganado su lugar de importancia en San Francisco.
Cada vez son más los que se suman al crossfit, la actividad física que se define como un sistema de entrenamiento de fuerza y acondicionamiento basado en ejercicios funcionales constantemente variados realizados a una alta intensidad.
En Bruma, el box explota. Pero para los profesores José Armando y Bruno Ramos faltaba algo más: integrar a los más jóvenes. Por eso en verano se animaron y crearon el “Crossfit Teens”, planificado especialmente para chicos y chicas entre 12 y 17 años que rápidamente logró una gran aceptación.
“Es uno de los deportes más completos. Nosotros comenzamos desde los ocho años en adelante, a medida que va creciendo podemos ir bajando la edad; este deporte se puede entrenar desde baja edad siempre y cuando el niño tengo la atención necesaria para no asumir riesgos. Uno de los puntos a favor que sobresale es que se mejora la calidad de vida, los chicos están mucho tiempo frente a la computadora, celular y más, por eso la postura es mala y nosotros acá vamos corrigiendo eso. Estamos muy encima con respecto a lo técnico, priorizamos la salud por sobre todas las cosas”, explicó el profesor de educación física y coach level 1, Bruno Ramos.
Los adolescentes que practican CrossFit desarrollan un estilo de vida saludable y se alejan de vicios y otros comportamientos inapropiados. Por lo tanto, disminuyen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otras dolencias, debido a que el cerebro se entrena para disfrutar del buen estado físico y la buena salud. Asimismo, los ayuda a desarrollar fuerza y reforzar muchas habilidades atléticas, lo que se traduce en beneficios musculares, neuronales y mecánicos.
El profesor de educación física debe conocer las necesidades, capacidades y posibilidades de cada alumno, las pausas de recuperación y progresiones necesarias en el planteamiento de los ejercicios físicos, cómo afectan determinados tipos de ejercicios al organismo, cuáles son aplicables y cuáles no, en qué edades se pueden aplicar, en definitiva, conocer la repercusión de la actividad física en el organismo de los alumnos y para eso en Bruma se prepararon y realizaron cursos que los transformó en uno de los pocos box oficiales para este deporte.
“Los chicos en el verano entrenaron tres veces por semana, se debió en que hicimos énfasis en los trabajos técnicos que ellos no tenían desarrollados. Este deporte trabaja todas las capacidades, lo bueno es que al hacer los grupos reducidos estamos siempre mirando, corrigiendo errores técnicos o cualquier riesgo de lesión. En un box de Crossfit es difícil encontrar una sala de musculación como la que tenemos nosotros en este gimnasio, recurrimos allí para solucionar un montón de problemas que se observaba en la salud de los chicos”, recalcó José Armando, otro de los profesionales del gimnasio Sportsclub.
El clima es tan cordial como el esfuerzo comprometido que cada uno de los chicos demuestra. Se alientan entre sí, se ríen, se frustran pero rápidamente lo vuelven a intentar y lo logran. Se ejecuta con un progreso que va desde lo más suave hasta lo más intenso, los adolescentes comprenden el significado del trabajo duro y los beneficios que ofrece.
Llegó para quedarse; nació como una “prueba” y sobrepasó todas las expectativas. El “Crossfit Teens” continuará dictándose durante todo el 2019 los días martes y jueves a las 19:00 horas en Bruma ubicado en calle Corrientes 183.