Como si hubiese estado de antes en el club, camina suelto, observa a la pasada y rápidamente planea: “Hay computadoras, el internet llega bien acá”… tiene 33 años, próximo a los 34. Sus ganas denotan que es joven y que quiere levantar a un San Isidro de viene en caída de identidad.
Sebastián Torre por primera vez ingresó por el sector izquierdo rumbo a la zona de vestuarios; el flamante entrenador de San Isidro ya había pisado el “Severo Robledo” pero por el lado derecho, como hacen siempre los visitantes.
Estrenando el “sillón de coach” en la sala de videos, el cordobés de Cintra se sentó mano a mano con DIARIOSPORTS, para hablar un poco de todo antes de reunirse con los directivos del “santo” para analizar los nombres que conformarán el nuevo plantel.
“La verdad que estoy muy feliz, soy el entrenador del club por los próximos 10 meses que es lo que se firmó, vengo a un club que se merece estar bien y espero darle lo mejor, tengo mucha energía para dar lo mejor de mí”, comenzó la charla mientras el agua caliente iba llenando el termo para “paliar” un poco el frío entre mate y mate.
Su temporada en Oberá lo llevó a que en calle Corrientes se interesen en él; igualmente Sebastián no necesitó de un éxito con el equipo misionero para creer que podía estar en Liga Argentina: “Uno siempre trabaja para ser cada vez más digno de lo que hace, se de mis ganas y está bueno que otros hablen por mí. Fue mucho tiempo en el Federal, pasé por Oberá y ahora San Isidro. Confío mucho en mi trabajo y si alguien tenía que darse cuenta que estaba listo, ese no era yo”, resaltó.
Ganar, llegar lo más alto posible, ingresar a playoffs, ganar la Conferencia… son todos objetivos que se ponen cuando iniciar ciclos nuevo; pero en este caso, los directivos del rojo le dieron una misión a Torre: “Cuando la pelota está en el aire todos los entrenadores tenemos dudas, o miedos o preocupaciones que creo que en la cancha trabajando la brecha se achica para lograr algún éxito deportivo, trabajamos para lograr éxitos, para cumplir objetivos. Ahora me pidieron los dirigentes que el público se enamore del equipo, ojalá que mostremos algo dentro de la cancha para lograr eso, para que los hinchas tengan ganas de ir a la cancha. Muchas veces los protagonistas criticamos que la gente no viene a la cancha, yo digo que el equipo está obligado a enamorar al público y eso es directamente proporcional: si el equipo no muestra nada, no va a venir y si muestras algo se suma el día del juego”, sentenció.
Sebastián mostró en sus equipos rasgos bien definidos sobre el juego propiamente dicho, por eso fue contundente: “Cuando San Isidro tenga el balón, el que no acelere no va a estar dentro del equipo”, tiró, a la vez que amplió: “La actitud es la que no negocio, el jugador que no tiene en su génesis no defender pero que da todo, se gana al entrenador. Lo que se decida hacer, hay que hacerlo con el corazón y si no se hace nos pone de mal humor”, dijo.
En cuanto al armado del equipo, hizo referencia a Santiago González, la ficha mayor que ya está confirmada: “Estoy en permanente contacto con el preparador físico y Santiago va a estar bien. Es uno de los centros más importantes de la categoría y si regresa de su lesión en buena forma nos va a dar cosas muy importantes. Me han marcado profundamente que no se quieren mover de un número en el presupuesto, que lo sé y que en base a ese número armaremos el equipo; tendré que ver si el dinero se va en tal posición y en las otras ahorrar si esa es la palabra. No vamos a ser el presupuesto más grande de la categoría, pero tenemos tiempo para armar lo mejor posible dentro de ese número”, concluyó.
