Tarde calurosa en Brinkmann y aún así la sensación térmica no alcanza en dígitos la edad de Fernando. El “Batato” pide la pelota una y otra vez y se hace eje del juego de Centro Social en una tarde en donde el resultado positivo se le iba hacer esquivo al equipo rojinegro.
Con 38 años Caminos sigue demostrando su vigencia y juega su temporada 24 en la Liga Regional. Con sus marcados rulos que lo identifican inequívocamente, un físico intacto y el buen juego que siempre lo destacó, en el mano a mano con DIARIOSPORTS dice que “aún no piensa en el retiro”.
Fernando destacó: “el fútbol me ha dejado muchísimas amistades, muchísimas enseñanzas y hoy tener la posibilidad de jugarlo es lo más lindo, ¿a quién no le gusta jugar al fútbol?. A esta edad trato de disfrutarlo más, y trato de hablar con los más chicos porque veo chicos con muchísimas condiciones y que no le dan bolilla al entrenamiento y al cuidado personal, sabiendo que hoy en día hay más oportunidades de ir a jugar a otro lado a diferencia de la época cuando uno arrancó que era muy difícil”, agregó.
Sobre sus inicios contó que empezó a jugar en primera a los 16 años, cuando estaba en pre juveniles, en El Tala. “En primera dirigía Fernando Asteggiano. Hubo muchos lesionados, se jugaba la semifinal con 9 de Morteros, y ese sábado me enteré que tenía que ir a concentrar”, detalló en su relato.
En cuanto a su carrera describió: “Jugué en El Tala, Devoto, Porteña Asociación, Sportivo Suardi, Independiente Balnearia, Freyre, Antártida y Centro Social de Brinkmann”. En total ganó 9 campeonatos, 4 Torneos de Zona Norte y 5 absolutos.
Entrenamiento
“Me gusta mucho entrenar, siempre me gustó el cuidado, siempre fui una persona que me cuidé”, puntualizó el volante central. Además contó que siempre le dio mucha importancia al fútbol en los clubes dónde estuvo y que si no fuera por la constancia que tuvo no podría estar jugando a su edad. También enfatizó que “a pesar de que no llegué a jugar en un alto nivel, siempre tomé el fútbol como un trabajo, como algo a lo que debía dedicarme, y por suerte sigo jugando con la edad que tengo”.
En relación a la competencia con los jugadores más jóvenes resaltó la necesidad de no dejar de lado el entrenamiento, el cuidado del cuerpo y las comidas. “Más allá de entrenar en el club, tengo mis horas de entrenamiento en el gimnasio”, detalló. También subrayó que lo ayudó mucho en su carrera no haber tenido muchas lesiones y que hoy la única manera de jugar para un mayor de 35 es entrenarse y cuidarse para poder llegar al domingo.
El fútbol y el estudio
Batato no sólo es jugador de fútbol, también es profesor de educación física y DJ. En un ejemplo constante de trabajo y dedicación relató: “En el 97 decido ir a estudiar a Córdoba, entrenaba allá y viajaba para jugar en El Tala. Nunca dejé, estudié, hoy soy profe de educación física en un colegio secundario, pero siempre estuve ligado al fútbol, siempre jugué”, agregó.
Actualidad y futuro
Consciente de su etapa futbolística pero no poniendo un límite en lo inmediato, Fernando recalcó: “hoy trato de disfrutar porque no sé cuántos partidos me quedarán. Disfruto los entrenamientos, compartir un vestuario, hablar con los chicos”. En sintonía con esto dijo: “Yo sé que me tengo que ir preparando para ese momento, por ahí ni lo pienso porque sé que puedo dar un poquito más así que mientras tanto seguiremos dándole a esto del fútbol que es lo más lindo”.
Pensando en el día que le toque dar un paso al costado como jugador, contó que hace varios años atrás hizo el curso de técnico y que “más allá de que soy profesor no me gusta trabajar en la parte física sino que quiero estar adentro de la cancha dirigiendo”.
El fútbol y la vida
En el brazo izquierdo del volante se puede ver un tatuaje dónde se destaca una pelota de fútbol. Todo en la vida del Batato tiene que ver con una pelota, y sobre la figura en su antebrazo contó: “significa que desde que nací llevó el fútbol en la piel, en la sangre; con el 5, y atado a la hora y la fecha en qué nací. Es cómo que el fútbol me ató desde el nacimiento”, agregó.
En el brazo izquierdo del volante se puede ver un tatuaje dónde se destaca una pelota de fútbol. Todo en la vida del Batato tiene que ver con una pelota, y sobre la figura en su antebrazo contó: “significa que desde que nací llevó el fútbol en la piel, en la sangre; con el 5, y atado a la hora y la fecha en qué nací. Es cómo que el fútbol me ató desde el nacimiento”, agregó.
Fernando Caminos es uno de esos ejemplos vivos que muestran que con esfuerzo y dedicación se puede abrazar la pasión que uno ama. Seguramente no es el único pero si es uno de pocos, y es una historia valiosa de los “Caminos” de la Liga… y de la vida.
Por Omar Giorgis
Pasante CUSF
